Dicen que el dinero no es todo en el mundo, que hay necesidades más importantes que el dinero. Pero, ¿Qué haríamos sin él?. La respuesta sería simple, sencilla y directa: no haríamos nada.
Sin embargo,
deberíamos soñar por un momento en que somos dueños del Manchester City, que
otorgó a Pellegrini 209 millones de euros desde que llegó para que compre
jugadores , sí jugadores, personas de carne y hueso. Nos preguntamos qué
haríamos con 209 millones, creo que obtendríamos demasiadas cosas.
No obstante,
el mundo del fútbol no solo gira en torno a jugadores estrellas, clubes de alto
calibre, goles y todas las maravillas que nos ofrece el deporte rey. El dinero
es la parte más importante en estos tiempos del fútbol.
Tan sólo con
centrar nuestras miradas a 2 de los equipos más grandes de Inglaterra, vemos
que el derrochar dinero es como un juego de niños.
Manchester
City gastó en este periodo de traspasos 210 millones de euros, con la compra de
Kevin De Bruyne(75 millones), Raheem Sterling(68 millones), Nicolás Otamendi(45
millones), Fabian Delph(12 millones), Patrick Roberts(7 millones) y Enes Unal(3
millones).
Con esta
plantilla nueva sumada a jugadores como Sergio Agüero, Yayá Toure, David Silva,
Kompany, entre otros, es difícil que Pellegrini no gane un título esta
temporada. Jugadores de calidad le sobran, y dinero también.
Ahora
vayamos con los "Red Devills", Van Gaal gastó en este mercado de verano 181 millones de euros en los fichajes de Martial(80 millones),
Schneiderlin(35 millones), Bastian Schweinsteiger(20 millones), Memphis
Depay(28 millones), Matteo Darmian(18 millones) y Sergio Romero(libre).
El fichaje
más polémico fue el de Martial, proveniente del Mónaco, ya que es un jugador
joven. Hasta el dueño del Mónaco se refirió al alto precio que pagó el United
por él. Pero si está en el equipo rojo es por algo, tiene que hacer valer su
precio en las próximas temporadas.
Sin duda
alguna la Barclays Premier League da que hablar en todo aspecto, con tal de que
la liga siga con su típico alto nivel de competencia no importará el dinero.
Ojalá algún
día el fútbol vuelva a ser una competencia deportiva, con alto rendimiento en
sus jugadores y que, por el bien del fútbol, sean cada vez menos los jugadores
sobre-valorados.
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